Dato 📚 reviewed Yo soy el monstruo que os habla by Paul B. Preciado
¿Qué es un régimen epistemológico?
4 stars
Preciado se presenta a decir, of all people a tres mil quinientos psicoanalistas, que la diferencia sexual es un “régimen epistemológico”. Luego les exhorta a que formen parte del cambio de régimen que está en curso.
Es un texto breve, claro, que sirve para marinarse en ciertos términos, dejarse sembrar por ellos. No tan interesante para quien la realidad objetiva del psicoanálisis traiga sin cuidado, más útil quizás para quienes encontramos nuestra activación en lo conceptual.
Un régimen epistemológico es como un paradigma científico: “Los paradigmas científicos son compromisos compartidos por una comunidad social que, sin tener el carácter de axiomas infalibles o totalmente demostrados, son ampliamente aceptados hasta volverse casi incuestionables en la medida en que sirven para resolver toda clase de problemas.”
Lo que el paradigma de la diferencia sexual le resuelve al régimen petrosexorracial es el problema de reducir “la totalidad del cuerpo humano vivo, y su …
Preciado se presenta a decir, of all people a tres mil quinientos psicoanalistas, que la diferencia sexual es un “régimen epistemológico”. Luego les exhorta a que formen parte del cambio de régimen que está en curso.
Es un texto breve, claro, que sirve para marinarse en ciertos términos, dejarse sembrar por ellos. No tan interesante para quien la realidad objetiva del psicoanálisis traiga sin cuidado, más útil quizás para quienes encontramos nuestra activación en lo conceptual.
Un régimen epistemológico es como un paradigma científico: “Los paradigmas científicos son compromisos compartidos por una comunidad social que, sin tener el carácter de axiomas infalibles o totalmente demostrados, son ampliamente aceptados hasta volverse casi incuestionables en la medida en que sirven para resolver toda clase de problemas.”
Lo que el paradigma de la diferencia sexual le resuelve al régimen petrosexorracial es el problema de reducir “la totalidad del cuerpo humano vivo, y su energía psíquica, a su potencial reproductivo”, limitando “nuestra percepción y nuestra forma de sentir y de amar”.
Guardándose de la noción de “libertad”, Preciado nos ofrece que la disforia —de cualquier tipo— no es sino la necesidad urgente de cavarse un túnel.